Nunca creí en las casualidades. Ahora todo
cobra sentido, las piezas del puzle vuelven a encajar. No dude ni un solo
momento de que sería para siempre, pero hay algo que falla....la distancia.
Siempre la está en el medio. Como me gustaría tenerlas cerca,
apoyarlas en todo, estar ahí en las buenas y en las malas... ¿Pero qué más
da? Por mucha distancia que nos separe, estaré ahí para ellas, las apoyaré en
todo momento, las animaré cuando sea necesario y cuando no. Son y serán
siempre unas grandes personas, personas a las que admirar, personas por las
cuales daría lo que fuese. Porque después de estar destrozada, sin ganas
de vivir, sin alegría, estando encerrada en mi cuarto todo el día, gracias a
ellas he podido sonreír. Las conocí por casualidad, pero han ocupado un lugar
muy grande en mi corazón y en mi vida. Y solo espero y deseo no perderlas nunca.
LLM
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