Sin ninguna razón aparente volví a usar el perfume que solo utilizaba en ocasiones especiales: citas y nochevieja. Sí, se que casi es noche vieja, pero esta vez era distinto.
Era el momento de cambiar, tenia demasiados sueños y poco tiempo para cumplirlos. Ya no servía ninguna excusa, era hora de actuar, despertarme del sueño en el que había estado durante meses. Y lograr todos aquellos sueños que me rondaban la cabeza.
Así que, cogí, me pinte los labios del rojo mas vivo que tuviera y salí a la calle. Salí para que el viento alborotara mi pelo y sentirme viva. Algo que en mucho tiempo no había sentido.
LLM
No hay comentarios:
Publicar un comentario