lunes, 9 de marzo de 2015

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Otro día pasa, el viento de invierno alborota mi pelo, la piel se me eriza, se me congelan las manos y no puedo evitar pensar en que odio el viento. 
Pasamos los días esperando a que llegue el viernes, pasamos el año esperando a que llegue el verano y pasamos la vida esperando a ser felices. Cuando la felicidad es solo un estado de animo. 
¿Dónde se quedó el disfrute de los pequeños detalles? Olvidamos los abrazos, los besos, el olor a café recién echo, el color del cielo azul celeste por las mañanas y el sonido de la lluvia. Son estos los que recordaré cuando muera. No recordaré lo bien que me lo pase un día en la piscina, recordaré los estúpidos detalles que forman parte de mi rutina. La rutina que nos amarga pero que en verdad amamos. Las respuestas que aun no he encontrado a mis preguntas; no pienso abandonar el mundo hasta que las encuentre. 
Yo amo vivir, amo los pequeños detalles que me mantienen viva.




LLM