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Otra vez recordé, pensé y me caí. Otra vez volvieron a mi cabeza los buenos recuerdos que me hacen ir al fondo de mi ser y como no, otra vez quiero llorar. Porque si, porque mi vida en eso consiste, en mentirme diciendo que todo va bien y hasta un día llegar a creérmelo y cuando mejor "estoy" peor me siento. Creí que estaba otra vez dispuesta a ser feliz, dispuesta invadir la felicidad de otros y alimentarme de ella, pero te das cuenta de que no, de que la vida se complica cada día más y que los buenos días no se atreven si quiera a dar señales de que existen. Siendo objetivos podemos pensar que seguir es lo más aconsejable, pero el problema no es seguir, el problema levantarse y hacer que todo va bien, cuando todo va mal, hacer ver que no tienes sentimientos cuando en realidad tu mirada esta cada día más vacía. La verdad es que ya no quiero abrazos, ni consuelo, ni buenas palabras, ni sonrisas y ni tampoco gente a mi alrededor cuando quiero estar sola.  Hoy solo tengo a la mitad de mi cabeza pensando la otra parte esta triste y no tienes ganas de ponerse a funcionar, y respecto a mi corazón desganado y sufriendo, el pobre estará harto del daño externo... Tiene ya tantas heridas, salió de el tanta sangre y tanto dolor que un día decidió huir de mi y se puso a pedir alegría en medio de la calle. Y en ese momento le vi, le cogí y le prometí que no volvería a llorar ni a fingir estar bien. Lo siento corazón, te defraudé no hace falta que me des segundas oportunidades ni nada de eso, solo necesito que estés conmigo un vez más e intentaré que tus heridas se empiecen a cicatrizar cuanto antes.

LLM