Otro día pasa, el viento de invierno
alborota mi pelo, la piel se me eriza, se me congelan las manos y no puedo
evitar pensar en que odio el viento.
Pasamos los días esperando a que
llegue el viernes, pasamos el año esperando a que llegue el verano y pasamos la
vida esperando a ser felices. Cuando la felicidad es solo un estado de animo.
¿Dónde se quedó el disfrute de los
pequeños detalles? Olvidamos los abrazos, los besos, el olor a café recién
echo, el color del cielo azul celeste por las mañanas y el sonido de la lluvia.
Son estos los que recordaré cuando muera. No recordaré lo bien que me lo pase
un día en la piscina, recordaré los estúpidos detalles que forman parte de mi
rutina. La rutina que nos amarga pero que en verdad amamos. Las respuestas que
aun no he encontrado a mis preguntas; no pienso abandonar el mundo hasta que las
encuentre.
Yo amo vivir, amo los pequeños detalles que me mantienen viva.
Yo amo vivir, amo los pequeños detalles que me mantienen viva.
LLM